Los toldos vela son escenografías grandiosas, si bien sencillas y prácticas. La inspiración y los materiales, altamente tecnológicos y robustos, se derivan de la navegación.

Acero inoxidable para la estructura, los tirantes, la botavara central donde se enrolla la vela con el motor de serie. Tejido laminado con costuras radiales, características de las velas náuticas.

El efecto de los toldos de vela es de una elegancia cambiante, de una gracia ligera como el viento. Pero son muy seguros y quedan firmemente anclados al suelo, el tejido siempre se mantiene perfectamente tenso.

Si el viento sopla demasiado fuerte, más de 40 km/h, el anemómetro cierra la vela rápida y automáticamente. Si llueve, las costuras radiales evitan la formación de bolsas de agua.

Los toldos vela pueden ser independientes, con cuatro postes, o adosados, con un número variable de columnas y configuraciones múltiples. Dondequiera que se lo instala, el toldo de vela se integrará naturalmente en la arquitectura y el paisaje.